AZTI explora por primera vez el interior de remolinos oceánicos ubicados frente a la costa vasco-cántabra

Bizkaia

  • Un pequeño vehículo submarino ha permanecido en el mar durante dos meses transmitiendo medidas vía satélite.
  • La información recabada servirá para conocer cómo afectan al ecosistema de la zona los remolinos oceánicos.

AZTI-Tecnalia investiga varios remolinos oceánicos de decenas de kilómetros de diámetro ubicados frente a la costa vasco-cántabra, a más de 20 millas de distancia del litoral cantábrico. Se trata de la primera ocasión en que este fenómeno marino, habitual en el golfo de Bizkaia, ha sido analizado desde la superficie hasta 1.000 metros de profundidad, gracias a un vehículo submarino no tripulado y autónomo denominado Glider. Este pequeño submarino ha permanecido frente a la costa vasco-cántabra desde finales de julio hasta finales de septiembre midiendo la salinidad, temperatura, oxígeno disuelto, contenido de clorofila y turbidez del agua. Los datos recabados servirán a los técnicos de AZTI-Tecnalia para tener un mayor conocimiento de este tipo de estructuras marinas y conocer el efecto que puede tener en el ecosistema marino, principalmente en los huevos y larvas de las especies que desovan en la zona.

Los remolinos del golfo de Bizkaia se habían estudiado hasta el momento mediante imágenes de satélite, modelos oceanográficos y boyas que derivan con la corriente. La novedad de la campaña de AZTI-Tecnalia reside en la observación in situ y en tres dimensiones del remolino, mediante el uso del planeador submarino Glider, que se desplaza verticalmente en las aguas con una trayectoria en zig-zag. Durante su estancia en el mar,  el vehículo oceanográfico ha remitido vía satélite al centro tecnológico toda la información que iba recogiendo. De este modo, se ha podido observar que estos remolinos alteran notablemente la profundidad de la termoclina estacional, así como la concentración de clorofila y turbidez. Sin embargo,  pese a saber que cuentan con una profundidad de más de 1.000 metros, los investigadores no pueden determinar con exactitud su extensión vertical total, ni el lugar en el que se originan.

Para completar la información del Glider, la campaña denominada GESEBB ha contado con dos boyas de deriva que fueron lanzadas a los centros de los remolinos, con el fin de estimar las velocidades de giro de las corrientes generadas por estos fenómenos y estudiar su capacidad de retención. Toda la información servirá a los expertos para determinar cómo afectan estos remolinos a las especies marinas que habitan en aguas pelágicas -las más cercanas a la superficie-. Los científicos estiman que pueden tener un efecto en la ecología marina de la zona, por un lado por la alteración que ejercen sobre la dinámica marina y por otro, por su capacidad de retención de plancton, en el que se encuentran huevos y larvas de diferentes especies de peces que desovan en las proximidades.

Aguas profundas hacia la superficie

La investigación permitirá, igualmente, conocer el efecto de estos remolinos en la estructura de la columna de agua. Estos fenómenos pueden, en función de su sentido de giro, hacer emerger masas de agua de zonas profundas hacia la superficie. El agua profunda es, en general, más rica en nutrientes y, al subir hacia la superficie donde la energía solar permite la fotosíntesis, favorece la producción de materia orgánica primaria.

Los remolinos oceánicos son los equivalentes en el mar a las borrascas y anticiclones atmosféricos. Pueden modificar la circulación oceánica general de la zona en que se encuentran y transportar calor, partículas y propiedades biogeoquímicas desde su región de formación. De este modo, los remolinos generados en las zonas costeras y que posteriormente derivan hacia mar abierto, pueden transportar contaminantes, nutrientes y larvas de distintas especies.

Los remolinos estudiados, al girar lentamente,  no representan ningún peligro para el tráfico marino y se ubican geográficamente desde la costa hasta 45ºN y entre 2º30’O y 4º30’O. Estas estructuras oceánicas se generan durante el invierno y perduran varios meses. Habitualmente migran hacia el oeste, aunque algunos años, dependiendo de las condiciones oceanográficas, se generan remolinos estacionarios que permanecen durante meses frente a nuestras cosas

Campaña financiada por el Gobierno Vasco y la UE

La campaña de investigación de AZTI-Tecnalia cuenta con financiación de la Unión Europea, a través del proyecto JERICO del 7º Programa Marco, y del Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad de Gobierno Vasco. Colaboran en esta iniciativa la Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima-SASEMAR y el Instituto Nacional de Ciencias del Universo-INSU/CNRS (Francia).

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